Una cubierta antigua impermeabilizada con lámina que presente filtraciones es un gran desafío para cualquier proyecto de impermeabilización. Detectar el origen de una fuga en un sistema que no está completamente adherido al soporte y con muchos puntos de discontinuidad debido a las zonas de soldadura entre láminas, puede resultar en un proceso complicado y laborioso, implicando muchas horas de trabajo hasta encontrar el origen del problema. Los métodos de prueba y error para resolver estas filtraciones suelen ser ineficaces, ya que los parches temporales solo postergan el problema hasta que aparezca una nueva fuga en otra área.
La reimpermeabilización de toda la superficie es generalmente la solución más eficaz en estos casos. Tradicionalmente, esto implicaría la reposición total de la lámina por encima de la existente o bien la eliminación del sistema antiguo y la aplicación de uno nuevo, lo cual conllevaría importantes costes, tiempo y la generación de una gran cantidad de material de desecho, a parte de la incomodidad para el cliente por el ruido y polvo generado. Sin embargo, los sistemas líquidos, ya sean basados en de poliurea o de poliuretano, ofrecen una solución mucho más limpia, rápida y eficiente. Estos materiales se adhieren, de forma extraordinariamente fuerte, prácticamente la totalidad de superficies y se adaptan a cualquier forma, llegando a todos los recovecos o rincones. Esto permite aplicar un moderno y eficaz sistema de impermeabilización sobre el viejo sistema existente. Este método no añade peso significativo a la estructura y ofrece las mismas garantías de estanqueidad que una aplicación sobre un soporte nuevo.
En un caso concreto, se reimpermeabilizó una nave industrial de 1800 m² que tenía un sistema de láminas de PVC aparentemente en buen estado pero con filtraciones. El proceso incluyó la aplicación de una imprimación Primer PU-1050, seguida de la membrana impermeable de poliurea Tecnocoat H-2049 y un recubrimiento alifático TecnoTop 2C. Esta combinación de productos asegura una adherencia robusta y una protección duradera contra las inclemencias del tiempo. Las pruebas de adherencia realizadas mostraron resultados espectaculares, con la membrana firmemente unida en toda la superficie, garantizando una estanqueidad continua y completa.
Como resultado obtenemos una cubierta totalmente renovada y estanca, que no solo mejora la protección contra la entrada de agua, sino que también extiende la vida útil de la estructura. La utilización de sistemas de poliurea o poliuretano no solo ahorra tiempo y costes en comparación con los métodos tradicionales, sino que también ofrece una seguridad adicional y un acabado de alta calidad. Este caso de estudio demuestra cómo la reimpermeabilización con sistemas líquidos puede ser una solución eficiente y efectiva para problemas complejos de filtración en cubiertas industriales.