El agua, un bien preciado que se nos escapa


 DESMOPOL DW

Una de las principales causas de la escasez de agua es el cambio climático. El aumento de las temperaturas en muchas partes del mundo ha provocado una mayor evaporación del agua, lo que signifi ca que menos agua se almacena en los lagos, ríos y acuíferos.

Además, el cambio climático también ha provocado una mayor variabilidad en los patrones de lluvia, lo que ha llevado a sequías más prolongadas y graves en muchas partes del mundo. Otra causa importante de la escasez de agua es la sobreexplotación de los recursos hídricos. Muchas regiones del mundo están utilizando más agua de la que pueden recargar, lo que ha llevado a la disminución de los niveles de agua subterránea y la salinización de los acuíferos.

Además, la construcción de presas y la canalización de ríos también ha alterado el fl ujo natural del agua, lo que ha tenido un impacto negativo en los ecosistemas acuáticos y la biodiversidad. La contaminación del agua también es un problema grave en muchos países. La liberación de sustancias tóxicas en los ríos y lagos puede tener efectos devastadores en la salud humana y la biodiversidad. Además, la contaminación del agua también puede limitar su uso para fi nes agrícolas e industriales.

A pesar de estos desafíos, existen soluciones para abordar la escasez de agua. Una de ellas es la adopción de prácticas más sostenibles en el uso del agua, tanto en el ámbito doméstico como en el industrial y agrícola. Esto puede incluir el uso de tecnologías más efi cientes en el consumo de agua, la gestión de riego más inteligente y la recuperación de agua residual.

La conservación de los ecosistemas acuáticos también es esencial para garantizar el suministro de agua a largo plazo. La restauración de los caudales de los ríos, la protección de los humedales y la promoción de la agricultura sostenible pueden ayudar a mantener los recursos hídricos naturales.

  Tecnopol

España pierde un 25% de agua suministrada, un 15% por fugas y roturas en la red de distribución

Según diversos estudios en España, el nivel de pérdidas de agua equivale al 25% del consumo total, incluyendo tanto las pérdidas reales (15%) como las aparentes (10%).
El nivel de pérdidas de agua se refi ere a la cantidad de agua que se pierde entre el suministro y el consumo por los usuarios fi nales. Estas pérdidas pueden ocurrir en cualquier etapa del proceso de abastecimiento, incluyendo la distribución, almacenamiento y suministro de agua potable.

Hay dos tipos de pérdidas: reales y aparentes. Las pérdidas reales son mesurables y se deben a roturas, averías y fugas en la red de distribución. Por otro lado, las pérdidas aparentes se deben a errores de medida, fraudes y consumos autorizados no medidos.

Existen diversas razones para estas pérdidas de agua en la red de distribución. Una de las principales es la antigüedad de la infraestructura de agua, que en muchos casos ha sido construida hace décadas y no ha sido renovada ni mantenida adecuadamente. También hay problemas de diseño y construcción de la red, como tuberías mal instaladas o diseñadas, que pueden contribuir a fugas y roturas.



Para abordar este problema, las autoridades españolas han implementado diversas medidas. Estas incluyen la renovación de la infraestructura de agua, la promoción de tecnologías más efi cientes en la gestión del agua y la mejora de los procesos de mantenimiento y reparación de la red. Además, se han establecido medidas de sensibilización y concienciación dirigidas a los usuarios fi nales para promover un uso más efi ciente del agua y reducir el desperdicio.